No permanecí mucho más tiempo sentada. Necesitaba explicaciones. Y las necesitaba rápido. Me levanté rápidamente y comencé a andar, siguiéndole a una distancia prudencial. Dobló la esquina. Subió las escaleras, pero se detuvo en seco a mitad del trayecto. Me había escuchado, por lo que se dio la vuelta, contemplándome impasible. Caminé hacia él hasta que estuvimos a un par de metros el uno del otro. Pero no dijo nada. Su mirada rebosaba fuego, así que rehusé mirarle a los ojos.
-Michael Joseph Jackson-dije enfatizando cada palabra- ¿se puede saber que te pasa?
Se encogió de hombros.
-No lo sé.
Esperé, pero al parecer, eso era todo lo que tenía que decir.
-No puedes besarme, luego pedirme que todo vuelva a ser como antes, y al día siguiente besarme de nuevo.
-¿Por qué no?
Pestañeé, sorprendida.
-¿Cómo que por qué no? Pues porque no.
Se echó a reír.
-¿Ves? No encuentras un motivo para decirme por qué no puedo hacerlo.
Fruncí los labios con fuerza. Sí lo había.
-Mike… si nunca voy a saber cómo me tratarás mañana, si me besarás, si seremos amigos, o si me ignorarás… ¿Cómo voy a acostumbrarme?
No me contestó. Descendió un par de escalones, hasta donde yo me encontraba. Cogió mi rostro entre sus manos, y desató sobre mí toda la fuerza de su mirada. Cerré los ojos, intentando así aclarar mis ideas. Sentí su aliento sobre mis labios, por lo que deduje que le faltaría muy poco para besarme.
-¿Y por qué has de acostumbrarte?
Y tras decir eso, me besó. Sobra decir que estaba echa un lío, así que aparté el orgullo, la dignidad y la madurez para rodearle con mis brazos, amoldando mi cuerpo al suyo. Me sujetó por la cintura, pegándome más a él de lo que ya lo estaba. Sentí como mi piel ardía, como se me aceleraba el corazón, como temblaba el suelo a mis pies…cuando dejó de besarme en la boca para dirigirse a mi cuello, vi a su guardaespaldas.
-Disculpe, señor Jackson, pero la excursión privada a las pirámides va a comenzar en 5 minutos.
Se separó de mí, abrí los ojos, y percibí como se apagaba aquel fuego en sus ojos. Me dedico una sonrisa.
-Cierto.
-¿Qué excursión?- pregunté mientras notaba como mi corazón volvía a latir a una frecuencia normal.
-La excursión que contraté ayer cuando llegamos. Vamos a entrar en la pirámide de Keops.
-¿De verdad?
Michael asintió, sin dejar de sonreír.
-Claro. Normalmente está prohibida la entrada, pero…
-Si, ya lo sé…eres Michael Jackson- añadí adelantándome a sus palabras.
-Ahora vamos Dave- dijo dirigiéndose al guardaespaldas.
Dave se marchó y de nuevo nos quedamos él y yo, solos. Se echó a reír.
-¿Ahora qué pasa?
-Me encanta cuando pones esa cara de desconcierto.
-Sí, debe ser una cara muy común en mí, ¿no? Qué quieres que le haga, me sorprendes.
Levantó la cabeza, simulando rebosar arrogancia.
-Eso ya lo sé.
Me eché a reír y me lancé a sus brazos para robarle un beso. Me contempló extrañado.
-Yo también sé sorprenderte.-añadí.
Eché a correr por los pasillos del hotel, mientras escuchaba como me perseguía. Finalmente me alcanzó.
-Te pillé.
Me retiró el pelo a un lado y me dio un beso en el cuello. Me estremecí de nuevo. Una mujer alta y desgarbada se nos acercó.
-Disculpen…debemos irnos ya.
La seguimos al salir del hotel y, de nuevo, me golpeó aquel calor asfixiante. No me dio tiempo ni a quejarme, ya que Michael se quitó su sombrero y me lo puso. Le sonreí agradecida.
-Esto…-pregunté a la guía- ¿vamos a tener que ir andando? No parece que esté muy cerca.
-No, claro que no. Cogeremos un par de camellos, si no os importa ir los dos en uno.
Miré a Mike y me devolvió la mirada. Sus ojos ardieron de nuevo.
Isita, estas escribiendo una novela preciosa, me encuentro totalmente enganchada, ya no podría vivir sin mi capitulo diario! xD entro todos los días para ver si hay actualización, hoy con alegría me encontré dos capítulos, y vaya dos capítulos...
ResponderEliminarEn el 28 se puede sentir la atracción entre los dos, me he sentido identificada cuando te picaban un poco los ojos al ver sus reacciones bruscas, a mi me pasaría igual, no aguantaría estar al lado de él y que por un momento se distanciara, hemos tenido suerte al no conocerle físicamente, él tiene un magnetismo muy peligroso que te puede enganchar de por vida, como le paso a Tattiana y a muchos otros, no se por que, pero para esas personas , conocerle, ha supuesto un gran choque y no son capaces de dejarle marchar y seguir adelante.
Si me besara a mi también me costaría muchísimo volver a tratarle como un amigo, eso seria imposible... tendría que afrontar las consecuencias xD
En el capitulo 29 creo que has dado de lleno con la personalidad de Michael:
entre niño y hombre, donde la sensualidad y la inocencia van de la mano...
Me encanta como va jugueteando contigo como quien no quiere la cosa, mientras te vuelve loca.
El final del capitulo me ha dejado con los dientes largos xDDD
NO PARES DE SEGUIRLA! tienes un gran don para esto, deberías proponerte ser escritora.
Un beso , amiga.
PIENSO LO MISMO QUE TU SELENe ! WOW ES INCREIBLE ! YO TAMBIEN ENTRO TODOS LOS DIAS PARA VER SI HAY NUEVOS CAPITULOS HAHA !!A MI ME PASARIA LO MISMO QUE A TI ISA ! WOW ME ENCANTA OJALA ALGUN DIA NOS HAGAS UN LIBRO!! UN ABRAZO
ResponderEliminarpienso lo mismo que vosotras!
ResponderEliminartodos los dias siempre estoy aqui para ver si hay actualizacion..
no podria vivir sin este fic, estoy enganchada completamente!
continua pronto!
:)
La cosa se va calentando
ResponderEliminarRecontra amo está historia
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