Recorrió mi cuerpo con la punta de sus dedos, provocando cosquillas, electricidad, temblores... era casi imposible describir la mágica explosión de sensaciones dulces y eléctricas que corrían entre sus dedos y mi piel. Ahí me perdí completamente, no recuerdo bien en qué instante quedé desnuda, al igual que él. Ni cómo quedamos en la posición exacta que él quería lograr... pero lo logró. Yo sólo recuerdo sus ojos, que reían de placer.
Mi pecho subía y bajaba, agitado, expectante. Sus manos no perdieron firmeza y pulso en ningún momento. Sentí que eran capaces de sostener hasta mi alma.
Así, acabó con la espalda apoyada sobre el respaldo de la cama y yo sentada sobre él. Nuestros centros de placer rozándose, latiendo, buscándose. Sin dejar de mirarme a los ojos, me dijo:
-Déjame entrar en tu mundo.
Bajé la vista, ante la sexualidad implícita en sus palabras, pero volvió a encontrar mi mirada, tiernamente, subiéndome el mentón...
-Pero quédate conmigo.
Finalmente, me entregué plenamente, entendiendo lo que hacía. Me maravillé en lo que veía y sentía, sus manos premiaron el hecho de que siguiera mirándole, y guiaron mis caderas hacia el éxtasis de ambos. Así, explotaron nuestros cuerpos, y nuestras miradas se volvieron una, en una unión que duraría para siempre.
Nunca en la vida se me olvidarán aquellas horas mágicas e inolvidables que pasamos juntos. Ni tampoco como me sostenía en sus brazos y me envolvía con su mirada.
Cuando el hechizo se rompió, Michael se dejó caer rendido en la cama. Sonreí y apoyé mi cabeza en su pecho. Casi en ese preciso momento, nos quedamos dormidos.
Me desvelaron sus besos, acariciándome la cintura. Me incorporé para besarle.
-Buenos días pequeña- dijo mientras me revolvía el pelo.-¿cómo has pasado la noche?
Entendí el significado de su pregunta y me eché a reír.
-Perfecta, gracias por preguntar. Fue como bailar contigo. No sé si me explico
Él correspondió a mi sonrisa.
-Más o menos. Ya sabes, soy un perfeccionista en todo.
De nuevo alzó la cabeza simulando rebosar egocentrismo.
-Bueno, no te lo creas mucho, tampoco fue para tanto.
Ensanchó su sonrisa y se acercó a mi oído.
-¿Segura?- a continuación imitó mi voz -“Michael…michael…oh…”
Le miré furiosa y sonrojada como si de un tomate se tratase. Mike se reía a carcajadas.
-pues por listo, ahora ya no se volverá a repetir- añadí mientras apretaba los dientes.
-Ya, seguro.
Iba a contestarle, pero se levantó, envolvió su cintura en una sábana y abandonó la habitación. Suspiré. Me vestí rápidamente y bajé a la cocina a prepararme un zumo. Bianca se encontraba allí, tendiendo la ropa.
-Bianca, ¿dónde está Michael?
-El señor Jackson subió a vestirse. Ahora está en el estudio porque ha recibido una visita.
-¿Sabes quién es?
-No, no fui yo la que abrió la puerta.
Asentí y sin más me dirigí al estudio. Llamé con los nudillos y abrí la puerta.
No podía ser.
Imposible.
Me quedé petrificada en el umbral de la habitación. Michael sonrió y se acercó a mí.
-¿Qué te pasa pequeña? Parece que has visto un fantasma. Mira, te presento a una amiga mía muy especial. Isa, esta es Lisa Marie Presley.
Ella sonrió y caminó hasta donde yo me encontraba. Me estrechó la mano.
-Encantada.
La miré a los ojos. Su expresión era hostil.
-Igualmente- respondí con un hilo de voz.- Esto…Michael…voy a dar una vuelta, no quiero interrumpir.
-De acuerdo- dijo sonriendo.
Me besó fugazmente y cerró la puerta.
Salí al jardín y comencé a andar en círculos. “no seas tonta. ¿Cómo puedes ponerte celosa?” susurró una voz dentro de mi cabeza. Y de hecho, no me pondría celosa si no supiera lo que sabía. Aquella mujer se iba a casar con Michael en 1994, y por lo que sabía, se conocían de mucho antes. Las palabras de aquel hombre misterioso en la fiesta acudieron a mi mente “no puedes cambiar su futuro”.
Volví a la casa y marqué el número de Janet.
-¿Diga?
-Janet, soy isa.
-¡Hola cuñada!¿Qué tal todo por allí?
-Pues más o menos…escucha. Necesito que me digas todo lo que sepas entre Lisa Marie Presley y Michael.
-¿Por qué?
-Porque está en el estudio con Michael.
La escuché suspirar al otro lado de la línea.
-No la soporto. Lleva rondando a Mike desde hace un par de años.
-Pero…¿han estado juntos?
-Juntos…juntos…no. Pero siempre que viene Lisa desaparece con Michael durante unos días. Luego cada uno vuelve a su vida normal.
-Entiendo.
Los celos y la angustia comenzaron a crecer en mi pecho.
-Ándate con ojo campanilla. Esa mujer no tiene un pelo de tonta.
No puedes dejarme así Isita! Ya te lo dije odio a Lisa ¬¬ Así que mientras mas alejada este de Michael mejor (:
ResponderEliminarSigue escribiendo así un Beso!
isssshhhhhhhhhh que intriga leñes, pero que precioso el capitulo anterior. Ahora ya no puedo leerte hasta el lunes pues mañana estare todo el dia fuera, espero el lunes con impaciencia de ver que pase. Como siempre de diez isa genial de verdad.
ResponderEliminarcontinuaa prontoo! porfavoor..que no tenga este fic un finaal triste..ahora no.. :(
ResponderEliminarjaja eso de pelo de tonta es muy gracioso jajaja
ResponderEliminarcomo que se desaparecen nooo!!
a ver k pasa.
Lisette
Nunca supe sí Lisa marie quería a MICHAEL o se casó con él por,ser,más famosa o por dinero
ResponderEliminarCómo hubiera querido que existiera una Campanilla en la vida de Michael
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