Me paralicé, absorbiendo aquel aroma. Hacía 2 semanas que no lo volvía a oler. Pero era imposible. “Estupendo. Ya estoy soñando de nuevo”. Me giré para ponerme de lado, sin abrir los ojos. Y percibí una respiración cerca de mi rostro, dulce y suave. Gruñí y me giré hacia el otro lado, tratando así de despertarme. Y de nuevo, sentí algo presionando suavemente mi pelo. ¿Qué era aquello? ¿Una caricia? ¿un beso?. “deja de fantasear, será una cucaracha” pensé para mis adentros. Volví a gruñir, realmente cabreada conmigo misma. Y en ese momento oí una suave risa a mis espaldas. Abrí los ojos de golpe, a sabiendas de que las cucarachas no se reían, no de momento, al menos. Unos brazos me rodearon la cintura, y un escalofrío recorrió mi cuerpo. Reconocía aquel tacto, ligero como una pluma, pero firme al mismo tiempo.
-Buenas noches, dormilona- dijo aquella voz que tan bien reconocía.
-¿Michael?- pregunté mientras unas lágrimas brotaban de mis ojos.
Me giré de nuevo. Observando aquel rostro que me contemplaba, divertido.
-¡¡Michael!!- grité lanzándome a sus brazos.
Hundí mi rostro en su pecho, y le abracé con más fuerza de lo que había recordado nunca. Aspiré su olor, nuevamente escuché su respiración.
-Hola pequeña- me saludó mientras me besaba el pelo.- pensé que no querrías verme.
-Eso es una estupidez- le dije mientras levantaba el rostro para mirarle.- No sé de donde te lo sacas.
-No sé, me has gruñido 4 veces.
Se echó a reír, lo que provocó que yo también lo hiciera.
-Un momento. ¿Tú que haces aquí?¿No deberías estar preparando tu último concierto?
-Se te olvida el cambio horario, ¿verdad?
-Ah.- dije, sintiéndome idiota.- es igual, dijiste que vendrías en 2 semanas. Y no han pasado ni 2 días.
-Bueno, me he escapado- contestó mientras me guiñaba un ojo.
Volví a abrazarle.
-No vuelvas a irte nunca nunca más- le regañé.
- Nunca jamás- me prometió al oído.
Miró a la mesilla, y vio el fajo de billetes.
-¿Cómo es que sigues viva?- me preguntó.
-Eso mismo quisiera saber yo. Bromeé.
-Tonta. Me refiero al hecho de que no has gastado nada.
-Ah, eso…tampoco necesito tanto dinero para subsistir. Por cierto, yo también tengo un regalo para ti.
-¿En serio?- vi como se le iluminaban los ojos.
-Pues claro. No es tan grande como un cuadro, pero…
Michael se echó a reír. Miré a mi alrededor. ¿Era sensación mía o desde que él se encontraba allí todo había adquirido color de nuevo?
Busqué por toda la habitación hasta encontrar el regalo. Se lo ofrecí. Lo observó detenidamente mientras no paraba de sonreír.
-Es muy bonito- dijo.
-¡Pero si no los abierto todavía!- le contesté sacándole la lengua.
-No importa. Es bonito de todas las maneras.
Acto seguido, rasgó el papel y sacó la pequeña figura de Peter Pan. La sopesó en su mano.
-¿Te gusta?- le pregunté al ver que su rostro carecía de expresión alguna.
No me respondió. Se levantó de la cama y me abrazó tan fuerte, que pensé que si seguía así me rompería algunas costillas.
-Muchísimo. Muchas gracias pequeña- dijo. Se inclinó y me besó muy cerca de la comisura de mis labios. Me sonrojé.
- No hay de qué.
-¿No te has dado cuenta?- comentó mientras señalaba la pequeña figura.- Somos tú y yo. Mi pequeña campanilla…
Me abrazó de nuevo, mientras yo no podía dejar de sonreír. Era tan feliz…
-Bueno, ¿cuándo nos vamos?- me preguntó.
-¿Ya quieres irte?
-No realmente, pero ya he hecho la reserva. He reservado el mejor hotel de Egipto, ¿qué te parece?
Abrí la boca a causa de la sorpresa.
-Pues…cuando quieras entonces.
-Pues date prisa, tenemos todo un viaje por delante.-concluyó, regalándome su sonrisa.
isiita...yoo me metoo muuy a menudo a michael jackson hideout.. i debo decirte que muchisima gente sigue tu historia desde alli..nos encanta! tienes que seguirla ! no la dejes porfavor que escribes superbieen..a mi me encanta todoo! la historia..los detalles..asique..ya sabes.. siguelaa prontoo!
ResponderEliminarteeqq:)
este capitulo verdaderamente me encanto !
ResponderEliminarMe encanta Egipto
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