Enmudecí de asombro. Y sí, he de decir que comencé a asustarme.
-¿Cómo sabes mi nombre?
-Ya te lo he dicho. Michael nos presentó en el 2006 y…
-¡Isa! ¿Dónde te habías metido?
Era Amanda. Maldije en mi fuero interno que tuviera que aparecer en ese preciso momento. Forcé una sonrisa y luché por entablar un diálogo coherente.
-Me distraje…Este es Mampuele.
-Encantada.
Se saludaron, y a continuación, el silencio hizo acto de presencia. Sentí la necesidad imperiosa de hablar con él a solas. Necesitaba saber todo, solucionar hasta la más mínima duda. Pero en ese momento me era imposible. Fue Amanda quien rompió el silencio.
-Bueno, yo sólo…Isa, tenemos que irnos ya. Es tarde.
Miré a Mampuele en busca de alguna solución, pues estaba segura de que él percibía mi ansiedad, pero únicamente asintió con la cabeza.
-Claro, claro…ha sido un placer verte de nuevo, Isa.
Me dio dos besos para luego echar a caminar en dirección contraria. Clavé los ojos en sus espalda hasta que desapareció de mi vista.
-Fiuuu- silbó Amanda- no sabía que conocías a semejante tío bueno…
-Y no le conozco.-respondí cortante.
-¿Entonces como es qué…?
-No lo sé.
Hizo ademán de preguntar algo más, pero sólo emitió un leve suspiro. Yo no encontré ni la fuerza ni el ánimo para mantener una conversación, pues mi mente divagaba continuamente en torno a las palabras de Mampu: “Nos conocimos en el 2006…Michael nos presentó”. Era imposible. No había estado en Neverland en el 2006, aunque bien estaba segura de que siempre fue uno de mis sueños.
De nuevo pensé en el hombre de la fiesta, el mismo que me había hecho regresar. Necesitaba hablar con él, oír sus explicaciones, que respondiera a mis preguntas….ya que si por el contrario no lo hacía, estaba prácticamente segura de que me volvería loca.
Llegué a mi casa completamente cansada, sin ánimos de cenar, y mucho menos de hablar, por lo que tras despedirme de Amanda, caminé con desgana hacia mi habitación. Sin alzar la vista, me dejé caer en la cama, y clavé la mirada en el techo, sin saber qué hacer.
-Ya era hora de que llegaras, llevo toda la tarde esperándote.
Ahogué un grito a causa de la sorpresa y me incorporé de un brinco, buscando con mi mirada el lugar de dónde provenía la voz.
Aquel hombre se encontraba allí, sentado sobre la silla de mi escritorio. Me contemplaba impasible. Se produjo una lucha en mi mente por saber que iba a preguntarle, pues tenía tantas dudas…
-Necesito regresar- rogué en un susurro casi inaudible.
-Creo que primero deberíamos presentarnos. Me llamo Eric.
-Sáltate las formalidades. Hazme volver.
-No.
-¿Por qué?
-Rompiste las normas. Te dije que no intervinieras en su vida personal, que te mantuvieras al margen. Pero me ignoraste,
-¡No intervine! Sólo interferí en el futuro de Jordie.
-Y como consecuencia de eso el futuro de Michael habría cambiado.ç
Guardé silencio, angustiada.
-¿Qué quieres decir con “habría cambiado”?
Eric enarcó una ceja, como si quisiera decirme algo que era obvio.
-Por algo te he hecho regresar. Para ordenar todo lo que tú has puesto patas arriba.
-Yo no he…
-¿Cómo qué no? ¡Se ha enamorado de ti! ¿Sabes lo que significa eso?¿Lo que puede acarrear a la larga? Sabía que podía pasar, lo sabía…
-Si lo sabías… ¿Por qué me diste la oportunidad de conocerle?¿Cómo lo hiciste?¿Quién eres?
Eric inspiró profundamente y comenzó a hablar.
-No puedo contarte todo, pues muchos motivos seguramente escapen a tu comprensión. Basta con que sepas que cada noche, desde que Michael falleció, escuché tus llantos, tus ruegos, tus lamentaciones por no haber podido conocerle, de no haber podido estar a su lado en los momentos en los que más lo necesitó. Yo sólo decidí darte ese privilegio durante un día, de manera que cuando te hiciera volver sólo pensaras que se había tratado de un hermoso sueño. Pero todo se complicó tanto…
-¿Por qué lo alargaste tanto?
-No podía hacerte volver…lo intenté cientos de veces, pero la unión que tuviste con Michael desde el primer momento que os visteis fue tan fuerte…no pude. Ni siquiera sé como he podido conseguirlo ahora.
No aguanté más. Rompí a llorar, dejando entrever la angustia y el miedo que me embargaba. Percibí como Eric se sentaba a mi lado y me acariciaba el pelo.
-Tengo que volver. Déjame hacerlo…-susurré entre sollozos.
-No puedo. Me ha costado muchísimo poner todo en su sitio. Sin regresas…
-No me entrometeré. De verdad. Pero tengo que ver a Michael. Lo necesito.
-Pero…
-Por favor…-pedí con voz vacilante.
Eric me soltó y contempló mi rostro durante un largo periodo de tiempo. Y supe que era cuestión de segundos que tomara una decisión.
el eric esee...¬¬
ResponderEliminarporque no la ha dejado vivir su vida feliz y cambiar el destino de michael? :(
continua isita!
Besos.
Ese "todo en su sitio" es una injusticia..
ResponderEliminarGracias por continuar Isita
ahhhhhh osea Michael se enamoro????? y eso aterro a Eric???? quien es el para decir eso???? lo quiero ahorcar jajajaja
ResponderEliminarbueno a leer el sgte cap!
CLAUDEA
¡Que triste!
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